Cuando hemos degustado de una cena exquisita nos invade una sensación agradable que muchas veces no queremos que nos abandone. Y ante la misión de hacer que perdure, la mejor solución suele acudir a nuestra mente en forma de un final dulce.
Por ello, el postre es la mejor manera de concluir una velada agradable y el mejor pretexto para tener un momento de complicidad con tu pareja o acompañantes al compartir deliciosos bocados dulces hasta quedar satisfechos.
Y esto es algo que viene ocurriendo desde la antigüedad, ya que desde entonces el hombre siempre ha tenido la preferencia de terminar sus alimentos con un sabor dulce. Los romanos rociaban con miel galletas a base de harina decoradas con frutos, frescos o secos y con especias. Después de descubrir en oriente la caña de azúcar, los postres alrededor del mundo se innovaron.
Más tarde el término “postre” fue acuñado en una disposición en 1563 donde se definieron los tres platos en una comida: entradas, luego carne o pescado y finalmente el postre. Pasteles a base de pasta choux, macarrones y helados, aparecieron y alimentaron la gula por sabores dulces. Y fue hasta principios del siglo XIX que El chocolate se comenzó a utilizar en Francia lo que provocó otra revolución en cuanto a la creación y búsqueda de nuevos sabores para concluir los alimentos.
No obstante los postres no sólo por ser dulces garantizan un buen sabor. Al final siempre dependerá de una delicada selección de ingredientes, respetar temperaturas, tiempos de cocción y otros procesos al momento de su preparación.
Las preparaciones de postres siguen recetas muy estrictas que requieren de un respeto total a las porciones, en este círculo gastronómico no hay espacio para la improvisación. Sólo los expertos reposteros o chefs pueden ajustar una receta y ello es mayormente en función de los ingredientes.
No existen reglas estrictas para elegir un postre, la selección debe de ser guiado por el gusto de complacer tu antojo. Debe de prevalecer el deseo de armonizar tu noche o tu paladar. A pesar de ello, una pauta plausible al momento de elegir es conocer o preguntar por las frutas de temporada, porque siempre una fruta madura de temporada podrá contribuir enormemente a lograr un excelente sabor.
Sobre las bebidas idóneas para acompañarlos puedes elegir un vino rosado no tan dulce, joven o seco para que contraste, sin embargo existe la categoría de vinos de postre. Entre ellos se encuentran el champán, el cava o vinos de vendimia tardía que podrían complementar tu experiencia final.
En Harry’s Steak House tenemos más de una perfecta opción para el cierre de tu velada, como el Bombolini de Chocolate, New York Cheesecake, Pie de Limón o nuestro Pie Helado Harry’s. Reserva y vive una noche inolvidable.