Te presentamos algunas ideas para lograr un buen maridaje con vinos espumosos en la Ciudad de México, solo en Harry’s Grill Steakhouse & Raw Bar.
Los vinos espumosos tienen reputación de ser buenos aperitivos, pero muchos de ellos también funcionan muy bien para acompañar una deliciosa comida de calidad.
Si quieres saber el secreto para lograr un excelente maridaje con vinos espumosos, sigue leyendo.
En la Ciudad de México encontrarás el lugar ideal para disfrutar los más exquisitos platillos de la alta cocina, con ingredientes de la más alta calidad, así como una extensa selección de etiquetas para lograr el mejor maridaje.
Un buen maridaje de vino espumoso dependerá de algunos factores que te compartiremos más adelante, por el momento basta con mencionar que, a pesar de ser conocido como un vino para beber en verano, el vino espumoso tiene grandes posibilidades que van mucho más allá de un uso estacional, ya que puede potenciar el sabor, aroma y textura de una buena comida en cualquier época del año, y viceversa, una buena comida potenciará las características de un buen vino, esa es la esencia del maridaje.
Algo interesante que tienen los vinos espumosos es que son extremadamente versátiles y no solo se deben pensar como un vino de celebración, sino también como una excelente opción para combinar con la comida. Además, algo que caracteriza a los vinos espumosos es un cierto grado de acidez, el cual resulta ideal para equilibrar la potencia de algunos platillos con sabores fuertes o grasosos, así como superar el sabor de algunos ingredientes altamente ácidos, como el tomate o el vinagre.
Un buen vino espumoso se elabora primordialmente a partir de uvas Chardonnay y Pinot Noir utilizando el método tradicional Champagne, el cual permite que las burbujas se generen en cada botella individual.
Los sabores característicos de este tipo de vinos incluyen notas de manzana, lima, limón, pera, fresas y cerezas, con una agradable sensación mineral. Su acidez los convierten en vinos ideales para maridar con: caviar, salmón ahumado, quesos, pescados y mariscos, salsas cremosas, empanadas, platos asiáticos, salchichas, condimentos afrutados y alimentos altamente salados o fritos.
Ideas para maridar vinos espumosos
PROSECCO
Para muchas personas, el Prosecco es indiscutiblemente un vino veraniego que se disfruta más en comidas al aire libre. Este es un vino que combina bien con el sabor delicado una langosta, por ejemplo, pero al mismo tiempo se puede beber acompañando algún platillo altamente especiado.
CAVA
En España, de donde es originario este vino, se acostumbra maridar con carne, pues le va muy bien; así mismo, con quesos añejos el Cava acentúa sus matices. Un maridaje ideal para un vino Cava Brut Nature sería, por ejemplo, un jamón ibérico, por su sabor intenso.
CHAMPAGNE
Para maridar un Champagne Chardonnay, se recomienda un salmón, aunque también va bien con frutos rojos del bosque frescos, si se elige beberlo en un día caluroso.
FRANCIACORTA
Este vino italiano es una refrescante alternativa. Un Franciacorta Brut iría bien con algún platillo clásico italiano, como una pasta cremosa con pescado. El sabor del mar funciona perfectamente acentuando los sabores y notas del vino.
Hablando de calidad de un vino espumoso
Cuando hablamos de vinos espumosos, un modo de conocer la calidad del vino es tomando en cuenta el tamaño de las burbujas. A menor tamaño de las burbujas y más prolongada permanencia en la copa, mayor calidad del vino.
Además, el tamaño de las burbujas también nos da una pista respecto al método empleado para la producción del mismo. Esto es, los vinos elaborados bajo el método tradicional o champenoise generan burbujas finas; los elaborados con el método charmat producen burbujas no tan pequeñas como las que se obtienen con el método tradicional; finalmente, las burbujas más grandes y con menos permanencia en la copa denotan un vino que no ha seguido ninguno de los métodos anteriores, sino que simplemente ha sido gasificado.
Otra forma de conocer el método de elaboración del vino es mirando debajo del corcho, pues en su base siempre se observa una figura que la casa productora del vino agregó, donde se muestra el tipo de elaboración. Por ejemplo: una estrella de cinco o cuatro aristas nos habla de una elaboración bajo el método tradicional, Champagne o Cava. En cambio, si vemos un círculo debemos entender que vino es un vino espumoso elaborado siguiendo el método Charmat. Por último, si estamos viendo un triángulo se trata de un vino gasificado.
Por otro lado, existen grados de dulzor, los cuales indican la cantidad de azúcar por litro que tienen. Un vino dulce tiene más de 50 gramos de azúcar por cada litro; uno demi sec o semi seco tiene de 30 a 50; uno seco va de 15 a 30 gramos; un vino brut nos indica que el vino tiene de 0 a 15 gramos de azúcar por litro; y dentro de los brut podemos encontrar a los brut nature, los cuales tienen menos de 3 gramos de azúcar por litro.
Así mismo, existe también la denominación de origen. Algunas de las más conocidas son: Champagne, Cava, Franciacorta, Prosecco, Asti y Lambrusco. Te explicamos brevemente cada una.
- Champagne: es un vino de origen francés que proviene de la región homónima y ha sido elaborado a partir del método tradicional. Las uvas que se emplean para producir este vino son Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier.
- Cava: se trata de un vino español también elaborado vajo el método tradicional a partir de uvas Macabeo, Xarel-lo y Parellada.
- Franciacorta: es un vino italiano que ha sido producido empleando el método tradicional también. Las uvas que se emplean para elaborar este vino son Chardonnay, Pinot Nero y Pinot Bianco.
- Prosecco: este es un vino seco de origen italiano que ha sido elaborado bajo el método Charmat utilizando una variedad de uva llamada Glera.
- Asti: se trata de un vino dulce de origen italiano que ha sido elaborado bajo el método Charmat a partir de uvas moscatel.
- Lambrusco: este es un vino espumoso ligeramente dulce de origen italiano también, el cual ha sido elaborado empleando el método Charmat a partir de uvas Lambruscas.
¿Cómo se sirve?
El vino espumoso se sirve frío invariablemente y se enfría en una hielera cubriendo lo más posible la botella con los hielos y agua fría. Una vez que se abre la botella, ésta deberá permanecer enfriándose dentro de la hielera para mantener su temperatura.
Generalmente los vinos espumosos se sirven en copas flauta, que es un tipo de copa delgada que se utiliza también para el vino blanco, la razón de esto es para lograr contener sus burbujas y que éstas se puedan apreciar mejor, de modo que la calidad del vino sea patente.
El mejor maridaje está en Harry’s
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